Al borde de un acantilado a 65 metros sobre el mar, en la localidad chilena de Matanzas, la Casa D se desarrolla en un volumen de 9x9 metros dentro del cual se inserta otro en diagonal, generando dos alturas. Revestida por paneles de madera en color blanco, la casa queda perforada por huecos de diferentes tamaños, conformando terrazas protegidas del viento que ofrecen impresionantes vistas panorámicas sobre el mar a diferentes orientaciones. Diseñada para una pareja y su hijo, la casa es fruto de la colaboración de los estudios chilenos Panorama Arquitectos y WMR.
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